"Menos Banda El Limón y más Orquesta Sinfónica" es la frase de batalla de Juan Carlos Cal y Mayor, actual director del Consejo Estatal para las Culturas y las Artes de Chiapas (Coneculta-Chiapas). La repite en la mayoría de los eventos a los cuales acude. Después de recibir la esperada ovación, el titular de la cultura oficial en el estado asegura que si se invirtiera en cultura lo que se invierte en eventos masivos de música popular, habría "orquesta sinfónica" todos los días.
Es algo que, según diversos testimonios, la comunidad cultural quería escuchar desde hace mucho. Y más que eso: toparse con un titular que por lo menos tuviera actitud, que se saliera del guión establecido, que no hablara con la frase elaborada justo para el boletín.
No es con el afán de insultar a "los Limones", asegura nuestro personaje, sino un ejemplo de lo que sucede en las fiestas populares de gran envergadura, donde a la cultura, el patrimonio y los artistas locales solo les toca "la colita", ni siquiera del presupuesto, sino de un espacio digno para demostrar su talento.
Un ejemplo claro de esta actitud fue la Fiesta Grande de Chiapa de Corzo 2014. El Teatro del Pueblo, que fue instalado justo frente a la histórica Fuente Mudéjar, "La Pila", recibió con los brazos abiertos a la cartelera artística que se dio cita en esta plaza. Sin embargo, bandas locales como La Sexta Vocal (ska y reggae zoque, de Ocotepec) tuvieron participación con tiempo medido; tiempo a fin de cuentas, comercial.
Incluso, en esa ocasión se pasó por alto que la fuente es patrimonio universal y en el último reventón, quedó llena de basura y fluidos humanos.
Pero además de este terrible descuido, no hubo un programa cultural digno, donde una parte del dinero se destinara a la rehabilitación de espacios o a la creación de nuevos sitios donde la cultura local tenga un espacio. La Fiesta de Chiapa de Corzo tiene más sabor a comercio que a tradición.
Pero además de este terrible descuido, no hubo un programa cultural digno, donde una parte del dinero se destinara a la rehabilitación de espacios o a la creación de nuevos sitios donde la cultura local tenga un espacio. La Fiesta de Chiapa de Corzo tiene más sabor a comercio que a tradición.
Esperemos que el grito de batalla de Cal y Mayor no se quede solo en eso, en un grito sin eco. Parece que las críticas cuando inició el reto del Coneculta, sí le salpicaron el traje. Cantaban las sirenas que no daría el ancho para tomar el timón del consejo, quebrado hasta las manitas por antiguas tiranías.
En las últimas fechas ha atendido añejas peticiones de grupos culturales como la Asociación de Cronistas de Chiapas, dirigida por Marco Antonio Orozco Zuarth.
Un homenaje al médico Fernán Pavía Farrera, la entrega del pergamino Bernal Díaz del Castillo a Jorge Alejandro Sánchez Flores, cronista honorario del Poder Judicial del Estado; son algunos ejemplos de dicha atención. Focos merecidos que, se dice, pronto tocarán a personajes como Rubén López Cárcamo, cronista y conservador de archivos históricos de Tuxtla Gutiérrez.
Quizá la joya de la corona del primer año de administración de Juan Carlos Cal y Mayor, al menos en la capital chiapaneca, sea la rehabilitación del Centro Social "Francisco I. Madero", sumido en el olvido por varios años. El Centro, eslabón de los teatros oficiales (a pie entre el antiguo Teatro Emilio Rabasa y el nuevo Teatro de la Ciudad), se convirtió desde su cierre en refugio de alcohólicos y vagabundos, en basurero al aire libre.
Recinto sin dueño, esperemos caiga en buenas manos y realmente este edificio histórico del centro de Tuxtla (que de histórico tiene muy poco), abra sus puertas y por lo menos, haya un poco de luz para su arquitectura caída en desgracia.
Pero, además de esta tarea, el verdadero pendiente es escuchar a las iniciativas culturales independientes, que han sabido levantarse y llevar el paso a pesar de que la institución les da la espalda. Cal y Mayor tiene que recordar que el arte y la cultura en la Ciudad de los Conejos -eterna ciudad de paso-, está más allá de los recintos oficiales donde es amo y señor.
Tendrá que consultar nuevamente el canto de las sirenas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario