Tuxtla Gutiérrez no cuenta con grandes atractivos turísticos. Sin embargo, además del Conejo que sirve como escudo de armas a la ciudad, cuenta también con un distintivo que lo eleva a la par de otras capitales mexicanas: los baches.
No es necesario invertir en grandes obras para que alcancemos a saber qué se siente ser una ciudad capital. Dejemos que los baches afloren y listo; compartiremos, además del idioma, una causa de molestia común.
En Tuxtla contamos con baches de todos los sabores y colores. Pero si quieren conocer unos de buena factura, visiten el centro de la ciudad, que brilla por la cantidad de agujeros que quedaron después de la ejecución de las obras Qué Viva el Centro. Pero esto es harina de otro costal.
En esta ocasión les hablaré de una calle en particular. El cruce de la 11 poniente y Quinta Sur. Esta calle es histórica, pues está al pie de la famosa Lomita (la cual, de hecho, da nombre al barrio que se asienta en sus alrededores). La 11 poniente era, hace ya varias décadas, una de las últimas calles de este pueblo que ahora no termina de ser una ciudad.
A pesar de ser un crucero, la unión de la 11 poniente (de dos carriles) y la Quinta sur no cuenta con un semáforo propio, razón que siempre ha indignado a los habitantes de la localidad. Además de ello, la 11 poniente siempre se ha caracterizado por ser una calle en la que los baches afloran una y otra vez sin control alguno.
Tomando en cuenta esta situación, hace algunos meses ocurrió un suceso muy curioso. Personal administrativo del Comité Estatal del Partido Acción Nacional (PAN), cuyas oficinas están en la 11 poniente entre Quinta y Cuarta Sur, tomó cartas en el asunto y sin decir agua va, decidió hacer justicia por propia mano y se dispuso a rellenar los baches que estaban abiertos causando estragos a los automovilistas que se dejan caer en picada del crucero de Novena Sur y 11 poniente, donde antiguamente estuvo la estatua del Chamula (la cual fue reubicada en la Calzada de las Culturas, a un costado del Estado "Víctor Manuel Reyna").
DISCULPE LAS MOLESTIAS.
"NOSOTROS NO PODEMOS TAPAR TODOS LOS BACHES"
¡¡PERO ESTOS SÍ!!
Este anuncio (mal redactado como suele ser mucha propaganda, entregada a gente sin preparación pero amigos de los líderes) fue colocado en el camellón que divide los dos carriles de la calle. Otro anuncio, colocado a unos cuantos metros de ahí, aseguraba lo siguiente:
DISCULPE LAS MOLESTIAS
"TAPANDO BACHES"
¡¡HACIENDO LO QUE OTROS NO PUEDEN HACER!!
Esto fue un sábado 28 de septiembre de 2013. El mensaje estaba dirigido con dolo al Ayuntamiento Municipal de Samuel Toledo Córdova Toledo. A decir del Comité Estatal ellos sí tenían la capacidad para cumplir con la tarea que el edil no realizaba. No sabemos con exactitud si lo realizaron en el marco de la ley, o se saltaron la tranca por mero berrinche.
Meses después, alrededor del 20 de enero del 2014, la realidad superó las buenas intenciones de nuestros amigos del partido blanquiazul. Los baches volvieron a aparecer (y en época de frío), lo cual confirma, como anota el título de este post, que del dicho al hecho hay mucho trecho; o bien, que todos aparentan ser diferentes pero en el fondo son lo mismo.
El apoyo de los blanquiazules es tan hueco como los baches que ya se sacudieron el cemento y sonríen al sol cotidianamente.
Aquí las evidencias.
Los baches de la 11 poniente, al 25 de septiembre de 2013.
Los baches de la 11 poniente el 28 de septiembre de 2013, día en el que el partido blanquiazul bajó de los cielos para tender una mano a la ciudadanía.
Así lucían las calles después de la intervención, el día 29 de septiembre. Nótese que, a pesar del valiente acto, hubo una ligera impronta de indiferencia, ya que los resultados del acto heroico no fueron señalados para precaución de la ciudadanía.
Así luce la 11 poniente, este jueves 30 de enero de 2014. Los baches dijeron no, se rebelaron ante las buenas intenciones de los blanquiazules.
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