martes, 11 de marzo de 2014

Lectura de un suceso inédito

La Orquesta Sinfónica de Chiapas (OSCH), en concierto.
Foto: Coneculta-Chiapas

La presencia de la Orquesta Sinfónica de Chiapas (OSCH) en un espacio público como Plaza Galerías Boulevard, en Tuxtla Gutiérrez, implica un hecho significativo en cuanto a la difusión de estas expresiones artísticas en la capital.

Ya habíamos comentado la necesidad que existe en torno a la vinculación de estas iniciativas con el sector privado (hecho registrado en el post anterior, que hablaba del proyecto de Jorge Luna y su presentación en Río N Vivo), puesto que con el sector público ni hablar; la institución a cargo de la cultura oficial está diezmada en sus raíces, y si bien se mueven, solo lo hacen en la superficie.


En esta ocasión tocó el turno a la OSCH, que presentó parte de su repertorio el pasado domingo 9 de marzo, en la plaza comercial más concurrida del poniente capitalino. Acostumbrados a celebrar todo, los medios anunciaban con sorpresa el hecho inédito: la música apta sólo para oídos educados se acercaba al pueblo, aunque en realidad lo hizo ante un público de clase media baja, media y alta.

La temporada de primavera de la OSCH continuará en el Malecón de Chiapa de Corzo, como parte del Festival del Río Grande, que se llevará a cabo del 14 al 16 de marzo en la Ciudad de los Parachicos. Continuará en el Zoológico Miguel Álvarez del Toro (ZOOMAT), en el Auditorio de los Constituyentes de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), y culminará en el Tecnológico de Monterrey y el Instituto Andes.

Con esto tenemos un mapa general de las actividades propuestas por el Coneculta-Chiapas para las actividades de la OSCH. Pero, ¿por qué no llevar a la Orquesta a contextos más populares, como las plazas públicas y los mercados? Si bien los muchachos que ejecutan bajo la tutela del maestro Roberto Peña Quesada no dejan margen alguno para dudar de su talento, las necesidades de una ciudad como Tuxtla Gutiérrez superan los esfuerzos de un grupo de jóvenes bien educados, tanto en tiempo como en presupuesto.


¿Por qué no pensar en un convenio con otras instituciones, y generar un programa musical para plazas públicas o bien, para instancias verdaderamente populares, como los mercados? Visión y disposición son dos cosas que faltan mucho en las oficinas de gobierno. Hay mucho por hacer en la Ciudad de los Conejos, y en las diferentes plazas de un Chiapas al que le urge respirar nuevos aires.

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